El CH Molina Sport Gran Canaria confirmaba este domingo en el Polideportivo de Canterac (Valladolid) su condición de rival a batir en una temporada en la que no solo está dominando con mano de hierro la Liga Élite en la que se mantiene como líder en solitario; sino que además se proclamaban campeones por primera vez en su historia de la Copa del Rey.

El Torneo del KO arrancaba el pasado sábado en una jornada maratoniana que abría sus puertas para los hombres de Zack Pettersson, con unos cuartos de final en los que esperaba el CHC Las Rozas, en un partido que no tardaría en ponerse de cara para el líder de la Liga Élite con dos goles de  Alex MacDonald, que les permitían dominar el tempo del partido para lograr sellar su pase para las semifinales tras golear por 5-1 a los madrileños.

La amplia ventaja de los grancanarios permitía a Zack Pettersson mover sus piezas reservando jugadores de cara a la semifinal que se disputaba ese mismo sábado por la tarde, ante el tercer clasificado de la Liga Élite, el Tres Cantos.

Como era de esperar el encuentro de semifinales fue igualado hasta el último segundo, con dos equipos enchufados hacia la portería rival, en un choque de trenes en el que sobresalieron ambos guardametas con paradas antológicas y una igualdad que rompería definitivamente Zack Pettersson asistido por Pawel Zasadny a 5 minutos del final anotando el 2-1 definitivo que les permitía sellar el billete para su primera final de Copa, donde esperaba el Espanya, verdugo del máximo favorito al título, el Valladolid.

Con la ilusión por montera y una dinámica positiva que les está convirtiendo por derecho propio en el equipo a batir de la Liga Élite, afrontaban los grancanarios el reto de medirse al único equipo con una pegada igual de letal que la suya propia, un duelo entre los dos equipos más goleadores del campeonato.

Sin embargo, en esta ocasión, las defensas se erigían en las grandes protagonistas, lo que les obligaba a firmar el 0-0 inicial al término de la primera parte.

El marcador era inaugurado por Alex MacDonald a 15 minutos del final, tras aprovechar una buena asistencia de José María Caraballo, lo que obligaba a los baleares a ser menos conservadores en la pista, lo que aprovecharía Andreu Tomàs para anotar el 0-2 que les dejaba a falta de 7 minutos para el final con una mano y media sobre su primer título liguero.

La constancia del Espanya les servía para recortar en un gol la diferencia, pero ahí se acabó el ánimo de rebelión de los baleares que no podían evitar que la Copa terminase en las manos de Pawel Zasadny al grito de campeones, levantando al cielo de Valladolid el primer título de la historia del CH Molina Sport, una Copa que desde el propio domingo ya duerme en territorio canario.